Muchas de las excusas que escuchamos vienen de personas que reconocemos como buenas, que se preocupan por temas sensibles, que reclaman frente a situaciones de injusticia y que, en muchos casos, nunca dudan en ponerse del lado del débil. Pero no entienden por qué nos preocupan tanto los animales.
Es sencillo; entre los miles de motivos que existen para detener nuestra explotación de individuos de otras especies hay uno que debería ser sencillo de entender, el trato injusto que damos a los animales hoy, es el mismo trato injusto que nos dimos y nos damos muchas veces entre los propios humanos, por eso antes de hablar de igualdad, discriminación, violencia de género, explotación laboral y otros temas que parecerían ser macro o estructurales, sería bueno preguntarnos cómo estamos tratando al animal que tenemos al lado (humano o no humano). Y a no dejarse llevar por la idea de la superioridad jerárquica, porque detrás de ella hay escondido un pequeño bigote.
Zaffaroni, La Pachamama y el humano. |
Zaffaroni, La Pachamama y el humano. |
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Los comentarios son para aportar ideas, no se admitirá agresión ni violencia, propugnamos extender la principio de la igual consideración y la no violencia y lo aplicamos con humanos y no humanos.