"...si damos crédito a las razones que vimos más arriba para suponer que los animales sienten, resulta difícil negar que la ganadería industrial, tanto por el número de animales que produce como por el tipo de daño que les inflige, sea la práctica humana que más sufrimiento provoca a los animales". Franciso Lara, Profesor de Fiolosofía, Universidad de Granada.
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Cuando decimos que debemos detenernos en la destrucción de los demás compañeros del reino animal, se nos intenta detener en base a un montón de excusas, no vale la pena reseñarlas, todos hemos ya escuchado todas en más de un millar de ocasiones.
Muchas de las excusas que escuchamos vienen de personas que reconocemos como buenas, que se preocupan por temas sensibles, que reclaman frente a situaciones de injusticia y que, en muchos casos, nunca dudan en ponerse del lado del débil. Pero no entienden por qué nos preocupan tanto los animales.
Es sencillo; entre los miles de motivos que existen para detener nuestra explotación de individuos de otras especies hay uno que debería ser sencillo de entender, el trato injusto que damos a los animales hoy, es el mismo trato injusto que nos dimos y nos damos muchas veces entre los propios humanos, por eso antes de hablar de igualdad, discriminación, violencia de género, explotación laboral y otros temas que parecerían ser macro o estructurales, sería bueno preguntarnos cómo estamos tratando al animal que tenemos al lado (humano o no humano). Y a no dejarse llevar por la idea de la superioridad jerárquica, porque detrás de ella hay escondido un pequeño bigote.
Repudiamos al Municipio de Lujan,
y a todos los Municipios que son inmóviles testigos del paso de la
peregrinación gaucha a Lujan, peregrinación que cada año se cobra la vida de
animales que mueren en el imbécil intento de sus explotadores humanos, movidos por
celebraciones inspiradas en delirios místicos indescifrable.
También repudiamos a las
religiones e iglesias, que veneran a dioses que permiten que la sangre inocente
sea derramada en su nombre. Entendemos y respetamos el concepto de las tradiciones,
si es que para algunos representan algo, pero creemos que las tradiciones
tienen un límite representado por el del daño a terceros; así como el ejercicio
de un derecho o una libertad no puede implicar el menoscabo de la libertad de
otro, una tradición no puede imponer sus condiciones en base a la vida o el
sufrimiento de seres inocentes.
Foto: elcivismo.com.ar (fuente: infobae.com.)
Si tenemos que graficarlo,
diremos que no nos molesta para nada la gente que elige usar vestimentas o
disfraces de otras épocas, creemos que hacen un uso legítimo de su libertad de
exhibir ese gusto particular, lo que nos parece denunciable y repudiable es su
pretensión de seguir sosteniendo ideologías de aquellas épocas, no por
descalificar la ideología, sino por lo que esa ideología implica, pues reposa
en el sufrimiento y la sangre de los inocentes.
Suele decirse que el holocausto fue
una muestra de lo que puede ocurrir cuando grupos autotitulados superiores,
imponen un poder absoluto a otro grupo al que, al mismo tiempo, le ha sido
arrebatada la posibilidad de defenderse, llevándolos de ese modo a un grado de
debilidad tal que les impide ayudarse entre ellos; es en este punto comparativo
que suele señalarse que, respecto de los animales, los humanos siguen siendo
nazis; es de igual modo preocupante la alarma que señala que, mientras el
vínculo de los humanos con los animales esté gobernado por ese poder absoluto,
un nuevo holocausto siempre es posible, de hecho los animales no humanos, lo
siguen padeciendo.
“Cada vez que Herman había
presenciado la matanza de animales o peces, le había venido a la cabeza este
pensamiento: en su comportamiento con las criaturas, todos los hombres eran
nazis. La suficiencia con la que el hombre hacía cuanto quería con las otras
especies era un ejemplo de las teorías racistas más extremas: el principio de
la que fuerza daba la razón”; Isaac B. Singer, citado por Patterson, Charles
en ¿Por qué maltratamos tanto a los animales?, pág. 271.
Para finalizar, celebramos la presencia
de diferentes grupos activistas en diferentes tramos del recorrido, ellos han
llevado adelante la denuncia de esta cruel práctica de la antigüedad, como
siempre han sido atacados desde la descalificación y el insulto, recursos clásicos
de aquel que no puede defenderse desde la razón, desde este pequeño lugar les
agradecemos que estén en la primera línea de defensa, empujando un cambio cada
vez más urgente, cada vez más cercano. ASI FUERON TRATADOS LOS ACTIVISTAS (atención al audio):