sábado, 15 de septiembre de 2012

Gran Disertación del Prof. Steven Wise en el Primer Congreso Nacional de Derecho Animal celebrado en la Provincia de Córdoba (Argentina)


Si los animales tienen derechos, es evidente que el primero que tienen es la libertad.
Prof. Steve Wise

En un acontecimiento que, seguramente, quedará marcado como un punto fundacional en la lucha de la liberación animal en Argentina, en la Provincia de Córdoba se celebró el Primer Congreso Nacional de Derecho Animal, el que se desarrolló entre los días 13 y 14 de Septiembre en la sede de la Facultad de Derecho de Universidad Nacional de Córdoba y en el Colegio de Abogados de Córdoba.
Ambos días, la convocatoria superó todas las expectativas obligando a cambiar los recintos y desbordando el aula magna de la facultad de derecho y el auditorio del Colegio de Abogados, este evento, realizado por primera vez en nuestro país,  contó con la prestigiosa participación del catedrático norteamericano Steve Wise, quien brindó una disertación sobre su Proyecto de Derechos No Humanos.
La ponencia tuvo lugar mediante la modalidad de videoconferencia, debido a una afección salud de último momento, que le impidió al catedrático abordar el vuelo que lo traería a exponer en la Provincia de Córdoba.
El Proyecto de Derechos No Humanos que presenta Wise, puede verse, desde la ciencia jurídica, como el fruto de una larga, ardua y sólida labor profesional e intelectual; pero también puede ser leído desde el activismo como el planteo de una estrategia posible de lucha en pos de la liberación animal.
Sería irrespetuoso, desde este espacio, pretender reproducir la brillantez de su exposición, pero también es prudente y debido remarcar algunas de las líneas argumentales más salientes.
La primera consigna que delimita el marco de su propuesta, la constituyen hechos objetivos:
a)      En cuanto a derechos se refiere, los animales y los humanos, han estado separados por un muro infranqueable. 
b)      Durante mucho tiempo muchos humanos también han estado del otro lado del muro (esclavos, mujeres, etc.), sin embargo los hemos ido trayendo de nuestro lado del muro, aquél en el que hemos cargado los derechos.
c)       Si nosotros lográramos hacer pasar un solo animal hacia este lado del muro, entonces cambiaríamos ya el debate, pues trastocaríamos todas las preguntas.
Wise no propone que solo algunos animales puedan tener derechos, sino que propone buscar cuáles son los que podemos traer ahora, ya.
Esta idea se encadena inmediatamente con la siguiente proposición, ya si netamente de técnica jurídica:
-          La libertad no es un derecho comparativo, es decir, no se adquiere por comparación con otros, en cambio la igualdad si lo es; no en vano decimos que la igualdad es una cuestión que se mide entre iguales. De tal guisa, si puedo probar que X es igual a Y, entonces puedo reclamar que a X le corresponden los mismos derechos que a Y.              

El Profesor Wise, entonces asume el desafío y se somete al juicio que utilizamos para los humanos, con lo cual propone ver cuales son las condiciones mínimas a partir de las cuales se puede ser sujeto de derecho.
Es así que llega a una condición mínima que se define por la autonomía, entendida en tres puntos fundamentales:
a)      Poder desear;
b)      Poder movilizarse para concretar el deseo;
c)       Poder registrar cuánto me satisface obtener lo deseado.

Aquí el ponente destaca que la base de la autonomía está en la conciencia, entonces debemos buscar qué animales son capaces de actuar como el humano, cuando el humano está consciente (no somos conscientes todo el tiempo, pues muchos actos que realizamos son automatizados, por citar un ejemplo).           
Es así que, apoyado en un gran número de científicos que integran el Proyecto de Derechos No Humanos, plantea diferentes categorías de animales y destaca un primer grupo integrado por Orcas, Delfines, Elefantes, una categoría de chimpacés y el loro gris africano.
Dentro del desarrollo del Proyecto de Derechos No Humanos, el siguiente paso será a fines del 2013, y consistirá en utilizar esta base teórica para llevar los casos de estos animales ante los tribunales, solicitando el reconocimiento de su personalidad jurídica y los derechos que son su consecuencia (recordemos que el litiga bajo el sistema del common law con lo cual cada fallo puede torcer el rumbo y marcar el camino del próximo caso).
Más allá de sus afecciones de salud que pasaron inadvertidas, Wise mostró una enorme predisposición para la participación de los asistentes, y para responder todas las preguntas y repreguntas en una intervención que se extendió por espacio de más de tres horas.
Entre sus principales respuestas, se destaca la referida a la consecuencia inmediata que podría producirse en caso de ganar tan solo un caso, aquí destacó que, entonces, si los animales o estos animales son sujetos de derecho, es evidente que el primero que tienen es la libertad.
También se pronunció a favor de la liberación, o el reconocimiento de la libertad de todos los animales, solo que esta etapa del proyecto busca lograr que, aunque sea un solo animal, pueda ser traído de este lado del muro, con todas las consecuencias que ello implicaría.
También resultó muy celebrada su opinión con respecto a la cría intensiva de ganado, “las granjas industriales son un crimen”, refirió; en este sentido destacando las características técnicas del proyecto, remarcó que no buscaba dar opiniones personales, pero en este caso lo iba a hacer, “no deberían comerse animales”.
Para cerrar su intervención, y consultado sobre la situación, importancia e intervención de los activistas por los derechos de los animales, Steve Wise apeló a una respuesta muy sintética y emotiva: “Yo soy un activista”.

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